top of page

El Hambre Emocional


Cuando un pequeño no es suficientemente nutrido o atendido emocionalmente durante la infancia, de adulto va a adoptar conductas para llenar ese vacío, aunque modificará el modo en que formulará el pedido. Tal vez ya no llorará, ni pedirá a gritos que lo carguen, lo cuiden, o le hagan caso. Ya no pedirá que lo lleven a pasear, que platiquen con él, que le compren tál o cuál cosa. Será un adulto- niño, demandante y estricto. Su YO se verá dolido, y esto no le permitirá relacionarse en una forma sana. Cuántos adultos conocemos que aparentemente parecen estar felices y contentos, pero en el fondo son niños abandonados emocionalmente que piden a gritos ser amados ? Cuando atravesamos una infancia poco amparados o poco protegidos, haciendo grandes esfuerzos para sobre adaptarnos; es posible que en la vida adulta entremos en competencia, siendo intolerantes y con una frustración que nos pueda tornar agresivos. Un adulto con hambre emocional, puede entrar al matrimonio con grandes expectativas en la pareja, e incluso se tornará dependiente siendo posesivo y exigente. La edad no calma la sed. La edad sólo disfraza las necesidades primarias en otras más presentables en sociedad. El niño necesitado se convertirá en un joven desesperado, ávido, feroz.... y en un adulto inmaduro, terco exigente, y demandante. Por eso, no importa con cuánta comida se atosigue, cuánta droga lo calme, cuánta agresión drene o cuántas pastillas lo duerman…no va a obtener cuidados maternos. Ésto es consecuencia de un gran abandono y desinterés por parte de sus progenitores en los primeros años de vida. Toda droga va a requerir más dosis. Toda relación dependiente, lo va a llevar a relaciones aún más destructivas. Toda dieta, lo va a arrojar a un circuito de restricciones. Todo acceso al alcohol, lo va a dejar más prisionero de sus borracheras. Y toda distancia emocional, lo va a colocar cada vez más lejos en su propio desierto. Amar concretamente a los hijos todos los días y todas las noches, dándoles calidad y no cantidad; requiere comprender de dónde venimos, para entender las contradicciones profundas que sentimos cuando nuestros hijos pequeños nos demandan atención, presencia, conexión y amparo. Si nos sentimos frustrados, intolerantes y exigidos, es urgente emprender un camino de conocimiento personal, haciéndonos cargo de las improntas que tenemos grabadas en el inconsciente, bajo la falta de cuidado, amor o palabras reafirmantes. Esas necesidades infantiles, no nos fueron satisfechas en el pasado. Ahora nos corresponde a nosotros darnos ese amor, reconocer qué es lo que nos ha acontecido, para decidir qué haremos hoy; es decir, cómo alimentaremos a nuestro niño herido y hambriento, y poder así alimentar y nutrir a nuestros niños y jóvenes de hoy.


 
 FOLLOW THE ARTIFACT: 
  • Facebook B&W
  • Twitter B&W
  • Instagram B&W
 RECENT POSTS: 
 SEARCH BY TAGS: 

© 2023 by The Artifact. Proudly created with Wix.com

  • Facebook B&W
  • Twitter B&W
  • Instagram B&W
bottom of page