Butoh, la danza hacia la oscuridad
La danza Butoh es una danza de mucha intensidad y fuerza de origen japonés en que los bailarines desnudos o semidesnudos con sus cuerpos maquillados, generalmente de blanco, se mueven entre espasmos por los escenarios abriendo la puerta al subconsciente. Teniendo como objetivo el recordarnos que no solo somos cuerpos, ni solo somos humanos, estamos compuestos de más elementos.

Foto tomada a Yuliana Neri, "Danza de las Emociones" Butoh/performance
Su origen data del tiempo de la posguerra bajo la mirada triste y conmovida de sus creadores y mejores expositores Tatsumi Hijikata y Kazuo Ohno, que con su nueva danza de movimientos sexuales
e irracionales escandali
izaron a Japón. Los danzantes parecían animales que gemían y temblaban, como si estuvieran recibiendo descargas eléctricas, mientras ponían cara de sufrimiento,con ojos bizcos creando un espectáculo macabro. Aunque su verdadero sentido es naturalista y humano.
“Es el alma que danza, el cuerpo le sigue” decía Ohno, se trata de olvidar las limitaciones del cuerpo que debe de adoptar los cinco elementos ya que en Japón se agrega al vacío como el quinto elemento”.
Sus creadores describen al Butoh como un “lamento bailado” que tiene como fuente de inspiración las vivencias del Japón de aquellos tiempos que, después de detonar la bomba atómica en Hiroshima quedó en silencio para dar paso a un desfile de cuerpos medio muertos que se arrastraban bajo los escombros, desorientados, con los ojos salidos y los cuerpos quemados.
“Es recobrar el cuerpo desde el vientre materno, desde lo más íntimo”
El Butoh es un paso intermedio entre danza y teatro que quiere recobrar el cuerpo que fue robado.
Así como las personas salían de entre la tierra con pasos extremadamente lentos, los bailarines de Butoh deben de hacerlo, pero de manera coordinada, con las muñecas, piernas y tobillos buscando la metamorfosis, cada dedo, cada hueso tiene movimiento lento e independiente.
Buscan la transformación, el convertirse en una flor o en algún animal, reptil o anfibio para después ser agua. Convirtiéndola en una de las danzas más misteriosas del mundo.
Esta no danza, no teatro, exalta el dolor de la otredad, proviniendo de una investigación profunda acerca del dolor, el lenguaje de las sombras, de lo que no estamos acostumbrados a ver, a sentir, que pasa por otra parte del ser, la de las sensaciones y de las emociones.
“Es una danza en donde uno se despoja de todos los movimientos habituales; sin ellos uno sabe como moverse y así penetrar en un mundo incomprensible. Si uno entiende algo entonces no es Butoh”.
El Auge del Butoh llega años después y viaja por el mundo llegando a Latinoamérica en donde es muy bien recibido, siendo México una cuna muy importante de esta Danza hasta la fecha que tiene como promotora a Eugenia Vargas.